Cuando el Alma Grita
- Lisbeth Vargas
- Sep 20, 2023
- 3 min read
Updated: Oct 1, 2023
En un llamado de auxilio, así recibí una llamada. Cuando mi teléfono sonó preste mucha atención a quien estaba al otro lado de la llamada. Asustada, quebrada en mil pedazos, con un fuerte dolor en su alma decía: !No puedo más! La escuché atentamente, luego le hice varias recomendaciones y continue recordándole quien era, yo la conocía muy bien. Fue como tomarla de la mano a la distancia y caminar en medio de brasas ardientes recordándole que no estaba sola, que ella había demostrado ser una guerrera valiente y esforzada. Le dije: ¡No te rindas! Cuando decides levantarte ya tienes la batalla ganada. El sentimiento de impotencia, temor, ansiedad, depresión se aferran a nuestra alma sin dejarnos salir de esa oscuridad. Cuando el alma grita hay que prestar mucha atención y buscar ayuda.
En ese instante recordé el día en que mi alma se sentía igual, ”no podía más” y me puse en su lugar. Yo también había pasado por procesos difíciles, hasta el punto de caer en un pozo profundo. Sentía que iba a morir. No le deseaba eso ni a mi peor enemigo. Una llamada de auxilio a las personas indicadas fueron mis aliadas para trabajar con mi sanidad. Primero fue Dios, luego mi Pastora, mi Consejera y mis tres amigas. Fue un proceso de un año trabajando con mi autoestima, mi fe y mis estados emocionales hasta mi recuperación. Recobre mi identidad, mi valor, mi coraje, mi valentía y mi fe. Cuando entendí mi valor no permití nunca más que nadie me desvalorizara o menospreciara.
La vida es un desafío y también nos regala momentos hermosos. Momentos para ser ayudados y momentos para ayudar, momentos para amar y desafiarnos a nosotros mismos a ser nuestra mejor versión. Cada día debemos trabajar con nuestro desarrollo personal, con nuestra inteligencia emocional, nuestras creencias, dedicarnos tiempo para consentirnos, amarnos y conocernos. Rodéate de personas que te valoren, que te escuchen, que te amen e impulsen a crecer. Y si eres de los que son el paño de lágrimas, el motivador y deseas ayudar a otros; ten tus oídos abiertos y capacítate para que seas de bendición a quien lo necesite. Así me ha tocado a mí, ser quien escuche, intervenga, aconseje en momentos cuando el alma de otros grita, porque yo pasé por ahí.
Todo lo que necesitamos es ser feliz, esa es la esperanza de todos. Pero como le dije a quien estaba al otro lado de la llamada: no hay éxito sin derrota, para tener victorias hay que pasar por batallas. En la vida hay muchas batallas, muchos desiertos que cruzar, pero en cada desierto que pasamos hay una victoria esperándonos del otro lado. En cada desierto hay oasis, se abren caminos y se llega a manantiales. Ten fe, cree en ti y en el Creador. Enfócate en tus victorias, en cada historia en la cual has tenido éxito, cada vez que te has vuelto a levantar, cuando decidiste volverlo a intentar, cuando no te rendiste y seguiste hasta superarlo. Con estas palabras que te digo a ti también le hable a quién tenía en la llamada. Estas palabras cargadas de poder la levantaron y pudo volver a sonreír. Eres más que valiente guerrera de mil batallas, tú puedes, sigue adelante hasta llegar a la meta, aunque sea arrastrándote. Así me dije una vez y vencí, lo logré, tu también lo vas a lograr. Eso que tanto anhelas con fe, lo vas a alcanzar. La oración y la fé fueron mi fortaleza. Busca la ayuda y las herramientas que necesitas para lograr tus objetivos y ponte en acción. Cada sueño es potencializado y realizado por la decisión de accionar.
Deseo que tu alma encuentre el camino, la paz, la esperanza, la fé y el amor para vencer cada desafío y vivas las experiencias más maravillosas de tu vida.
Con fé y amor,
Lisbeth Vargas
Comentarios