¡El Amor Que Me Debía!

Estoy pagándome el amor que me debía. Recuerdo las noches interminables que lloraba a solas en compañía de mi almohada y la oscuridad. Me jugué mi felicidad poniéndola en manos de otros. Me olvide de mi por hacer feliz a los demás. Me vi en un camino vacío, sin gracia, sin fe y sin amor. Me debía amarme a mí misma, me debía tiempo a solas para conocerme en vez de estar rodeada de tanto alboroto. Me debí perdonarme cuando cometí errores y era esclava de la culpa por no entender que de los errores se aprende y surgen las mejores oportunidades. Me debí ese vestido que dejé de comprar por solo pensar en que era un lujo y lo único importante era pagar el auto, la casa y lo demás. Me debí pagarme a mi primero, disfrutar del fruto de todo mi esfuerzo y labor, ser yo mi prioridad. Estaba agotada de tanto dar y ocuparme de que los demás se sintieran bien; ¿y yo que? Me debí respeto cuando permití que me lastimaran, me debí amarme a mi primero, porque si yo no me amo, como puedo amar a los demás. ¡Tuve que renacer de nuevo!

Una mañana soleada, rodeada de la naturaleza y el cantar de los pájaros, caminaba por el parque a solas meditando y hablando con Dios cuando vino a mí un pensamiento “Él es mi Primer Amor”. Sentí un impacto en mi pecho y comencé a llorar. Fue como si hubiera caminado a ciegas por un túnel y comenzara a ver con claridad. Dios pensó en mi desde antes que yo naciera, Él pensó en mí, soy valiosa para Él. ¡Él es mi primer amor!

Y tú; ¿Porque lloras por lo que no tienes, si tienes lo mejor? Él te pensó y te diseñó como un especial tesoro, un ser único con grandes cualidades y capacidades. También depositó de Él mismo en ti, así que eres lo que necesitas. Mis lagrimas se convirtieron en risas y mi lamento en danzas. No puedo describir con exactitud todo lo que paso desde ese día hasta hoy, pero fue necesario todo el proceso para aprender amarme, valorarme y cuidar de no perderme otra vez. Lo comparto contigo porque detrás de una mujer u hombre exitoso hay una historia. ¿Cuál es la tuya?

Tú que te has identificado conmigo, este mensaje es para ti. Amate primero, perdónate por las veces que te has fallado, estas aprendiendo a darte el valor que mereces, lo estás haciendo bien. Nunca es tarde para empezar de nuevo y no te preocupes por cometer errores, aprende de ellos y no te dejes caer. Hay un mensaje bien profundo en lo que estoy compartiendo contigo. Todo vacío en tu corazón lo llena Dios de muchas formas. Deja que te toque como esa mañana me toco a mí y lo sigue haciendo. Págate el amor que te debías, ámate y ama a Dios con todo tu corazón y ponlo en todos tus caminos. El preparará el terreno por donde vas a caminar. Valórate cada día y disfruta de quién eres, se tu mejor versión. Deseo que seas grandemente bendecida/o y que puertas de oportunidades se te abran.

Con amor,

Lisbeth