Las Dos Caras de las Emociones: transformando la adversidad en fortaleza.
- Lisbeth Vargas
- Oct 1, 2024
- 2 min read

Algunas veces te sientes triste, a veces te puedes sentir enojado, a veces te puedes sentir alegre y otras veces te puedes sentir deprimido. Esto pasa porque somo seres humanos con diferentes emociones, diferentes situaciones y experiencias en la vida. Sé que no queremos sentir esas emociones que nos alejan de la felicidad, pero ¿en realidad son tan malas esas emociones? En algunos momentos sí y en otros no, ¿por qué? Porque hay emociones que nos alertan de que algo nos amenaza o no nos gusta, son nuestro mecanismo de defensa. A veces nos muestra que área debemos trabajar mejor por nuestro bienestar y que cosas debemos dejar o soltar. A veces muestran heridas que no han sanado, las cuales no nos permite avanzar.
Hay momento que un torbellino de emociones negativas llega y se quieren quedar en nuestros pensamientos. ¿Qué hacemos si permitimos que esas emociones, las cuales muchas veces nos hacen daño, más allá de avisarnos que algo anda mal, nos enferma? ¡Detente! Háblale a tus emociones: Sé cómo te sientes, entiendo por qué te has sentido así pero este sentimiento me duele y no quiero sentirme mal. Tú puedes cambiar esa programación emocional. Busca tres cosas por la que estas agradecido y centra tu atención en eso, enfócate en tu respiración y en ese momento donde ves con más claridad activa tu fe y cree que eres un ser valioso, aun con virtudes y defectos.
Perdónate, muchas veces nos hemos hecho daño a nosotros mismo con nuestros pensamientos y también perdona aquellos que te hicieron daño, aunque no lo merezcan. El perdón nos liberta y nos hacen soltar una carga muy pesada. Amate y consiéntete, agradece a Dios por lo que tienes y lo que está por llegar, aunque no lo veas. Tu vida es valiosa, conéctate con gente igualmente valiosa y aléjate de lo que no te conviene. Ten pensamiento de bien y no de mal para que seas prosperado. No temas, vive un día a la vez, disfruta de pequeñas cosas cada día y haz pequeños logros. Un castillo se construye ladrillo a ladrillo. Nuestra vida no es perfecta, pero puedes hacer que pequeñas experiencias se conviertan en momentos de la vida perfectos que nos impulsan y alimentan a seguir adelante.
No estás solo, hay alguien que te mira y está cerca en cada momento. Alguien que cuando estas abierto a recibir se muestra con todo su amor y poder. Mi vida no ha sido perfecta, pero he vivido momentos perfectos con El y me ha demostrado su amor incondicional. Le pido a Jesús que sea tu guía, tu consuelo, tu fortaleza, tu sanador y tu paz. Grandes cosas están por venir, se fuerte y valiente. Permite que Dios te acompañe y sea tu socio en todo lo que emprendas y las metas que quieras realizar. ¡Tú puedes, levántate y camina!
Gracias , hacia falta escucharlo! Bendiciones!