Véncete a ti Misma

Una vez un querido pastor me dijo: “Cuando más oscura esta la noche es porque pronto amanecerá”. En ese momento no lo entendía porque me sentía muy deprimida pero lo que me dijo caló profundo y no lo pude olvidar. Decidí avanzar por fe, ya que si era por mis emociones dudo que lo hiciera. Tenía los talentos, el apoyo de gente hermosa que me rodeaba, pero aún estaba estancada. Intente muchas formas de salir adelante, en unas tenía éxito y en otras derrotas. Me abrumaban las presiones económicas, sentimentales y a veces familiares. ¿Te has sentido alguna vez como yo? Imagino que sí.

Una mañana meditaba y vino a mí un pensamiento: “Tengo que vencerme a mí misma”. Sentí una energía que despertaba mi ser interior y me decía: “vamos, tú puedes”. Me di cuenta de que yo misma me ponía limitaciones, muchas eran mis creencias, esas que se desarrollan por experiencias del pasado, la forma en que nos criaron, el ambiente que nos rodea, entre otros. ¡Me di cuenta que mi mayor obstáculo era Yo! Yo era la principal responsable de estar en ese estado. Soy yo la única dueña de mi destino, soy yo la que permito o no permito que factores externos o internos me afecten al punto de paralizarme. Con eso no quiero decir que no sucedan cosas traumáticas o inesperadas en nuestra vida que nos detengan por un momento. Cada una tiene un proceso.

Cuando uno está en ese estado emocional es más fácil pensar en culpar a los demás, culpar al empleo, a la crisis económica, a la pareja, o los hijos, etc. Sin embargo, cuando experimentas otro nivel de pensamiento donde evalúas la situación de forma objetiva, positiva e inteligente, das paso a la sabiduría y a tu libertad. De cada error, caída o fracaso hay muchas cosas que aprender. Hay que maximizar ese aprendizaje haciéndonos más sabios y liberándonos de lo que nos oprime venciéndonos a nosotros mismos. Yo experimente ese patrón de pensamientos donde permitía que el miedo, la inseguridad, el temor al rechazo, al qué dirán, me paralizaran por mucho tiempo. Cuando comencé a pensar diferente, a creer en mí, amarme y valorarme, sentí como podía avanzar, pelear cualquier batalla en fe y ganar.

A veces los pensamientos o conceptos negativos quieren volver, pero ya no permito que se arraiguen en mí. Se quien soy, se lo que valgo, se de lo que soy capaz, soy victoriosa, soy valiente, soy luchadora, soy exitosa, ¡soy una mujer imparable porque fui creada para vencer!

Comparto esto contigo para que entiendas que Tú también puedes vencer. Amate, brilla y date otra oportunidad. Valórate, haz todo lo trae bienestar a tu vida, porque cuando tu luz brilla haces brillar a los demás y alumbras el camino de otros. Véncete a ti misma/o y no te dejes vencer! “Vive, ama, rie”. Comprométete contigo hoy. Quieres vencerte a ti misma/o?

Con Amor,

Lisbeth